jueves, 23 de diciembre de 2010

lunes, 20 de diciembre de 2010

Lengua castellana en la ESO y el Bachillerato: excesos y deficiencias

Los actuales planes de estudios que regulan las enseñanzas de la materia común “Lengua castellana y literatura”, así como los libros de texto disponibles al uso, reflejan una tendencia común y extendida en la educación secundaria española desde hace décadas: centrar el estudio de la lengua en el análisis morfológico y, especialmente, en el análisis sintáctico. Sin embargo, los estudios lingüísticos en general abarcan muchos más campos (fonética y fonología, semántica, ortografía, lexicografía, pragmática, sociolingüística, etc.). No obstante, año tras año el alumno de secundaria tiene que enfrentarse inexorablemente al análisis sintáctico. Además, no deja de ser paradójico que esta repetición anual de contenidos no logre asentar definitivamente algunos conceptos, como el reconocimiento del complemento predicativo y del complemento de régimen o suplemento, que incomprensiblemente se les resiste a la mayoría de los alumnos.

¿A qué se debe el que los planes de estudio en España focalicen el estudio en la sintaxis principalmente? Creo que la respuesta hay que buscarla en el propio desarrollo de la investigación lingüística a lo largo del siglo XX. En 1916 ve la luz el fundamental Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure, libro que supone el arranque de los estudios estructuralistas en lingüística. A Saussure y sus seguidores se debe el estudio moderno de la fonética y la fonología, vigente todavía en los libros de texto de secundaria según el modelo estructuralista. A mediados de siglo surge en EE.UU. la escuela lingüística capitaneada por Noam Chomsky, conocida hoy en día como Gramática Generativa, que constituye una revolución en el ámbito de los estudios lingüísticos. Pocos años después se desarrolla otra escuela, el Funcionalismo, con el holandés Simon Dirk como máximo representante. Estas dos escuelas, la generativista y la funcional, han volcado una gran energía en el terreno de la sintaxis, seguramente el campo de la lingüística que mayor atención recibe en la actualidad por parte de los investigadores especializados.

Sin duda, la influencia de todos estos avances en los estudios lingüísticos se encuentra en la base de los actuales programas de secundaria. En la mayoría de los cursos, los capítulos iniciales de los libros de texto se dedican a la exposición del sistema lingüístico casi de la misma manera en que lo trazó Saussure a comienzos del siglo XX. La novedad de ciertas distinciones (lengua y habla, la teoría del signo lingüístico, el esquema comunicativo de emisor, receptor, mensaje, canal, etc.) fue en su momento de una importancia mayúscula en cuanto a la conformación de la Lingüística como ciencia moderna, pero ello no es razón para concederle la importancia que le atribuyen los programas oficiales de secundaria. De hecho, tales capítulos deberían ser definitivamente desterrados de los libros de texto, porque a un estudiante adolescente de poco le sirve conocer la nomenclatura del acto comunicativo si no es capaz de entender completamente un texto (me remito a los recientes resultados del Informe Pisa 2009). 

Por otra parte, el desarrollo ingente de los estudios sobre sintaxis, especialmente desde la entrada en juego del estructuralismo distribucionalista de Bloomfield o del generativismo de Chomsky, incide totalmente en la importancia que se le concede a la sintaxis en la enseñanza secundaria. Curiosamente, y a pesar de ello, el método de análisis sintáctico en secundaria se mueve siempre entre el estructuralismo y el funcionalismo más básico, sin que haya el menor asomo de sintaxis generativa, la cual, sin embargo, se postula seguramente como la opción más avanzada y coherente en el campo la investigación. Una posible explicación de este hecho es la poca formación del profesorado de secundaria –e incluso de universidad– en el ámbito del generativismo.

Así las cosas, habría que replantearse la necesidad del estudio repetitivo de la sintaxis año tras año e intentar centrar la enseñanza de la lengua en ámbitos más adecuados a las exigencias del hablante medio. La sintaxis debería reducirse a un par de cursos, de manera intensiva y definitiva, en la medida de lo posible, sin entrar en ejemplos dudosos o casos especiales. Ello es tarea de los estudiantes universitarios de filología. El hablante medio que termine la ESO o el Bachillerato, lo que necesita es un conocimiento útil y directo de la herramienta que constituye su propia lengua y que en absoluto se consigue con años de análisis sintáctico ni con los patrones actuales de educación.

La prioridad debería ser, en primer lugar, el estudio de la ortografía, descargando drásticamente de faltas los textos de cualquiera que haya pasado por las aulas, sobre todo tratándose de una ortografía relativamente simple como es la española. Es paradójico observar cómo tantos españoles se enorgullecen de su lengua y defienden su riqueza pero cometen faltas de ortografía sin ruborizarse.

En segundo lugar, es necesario el desarrollo de la capacidad de lectura y entendimiento de textos, fundamental para nosotros, en cuanto que la literatura española es especialmente compleja en su expresión, en comparación con otras literaturas. Además, con la proliferación de la moderna literatura infantil y juvenil, los alumnos no están acostumbrados a enfrentarse a un texto medianamente complicado, hasta el punto de que Bécquer (uno de nuestros poetas más sencillos) puede resultarles complejo a muchos alumnos.

En tercer lugar, habría que mejorar de manera considerable la capacidad de redacción, fomentando la producción de textos escritos por los alumnos y ofreciendo patrones de expresión adecuados a cada tipo de texto. Actualmente, sólo se contempla el análisis de textos diversos, pero no la propia producción de los mismos, con lo cual la capacidad de redacción del alumno se ve claramente deteriorada.

Por último, deberían sumarse esfuerzos para mejorar la lectura en voz alta y el recitado, temas pendientes no ya en la mayoría de los alumnos, sino en gran parte de los hablantes españoles.






Andrés Ortega Garrido, Doctor en Filología Latina y profesor de Didactia.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Didactia aterriza en Marte




Didactia viaja a Marte en un microchip a bordo del vehículo de exploración del Mars Science Laboratory.
El Mars Science Laboratory, también conocido como Curiosity (Curiosidad), es parte del Programa de Exploración de Marte de la NASA, un programa a largo plazo de la exploración robótica del planeta rojo. La misión tiene previsto su lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida, a finales de 2011, y llegaría a una región fascinante de Marte en agosto de 2012.  El objetivo de Curiosity, un laboratorio rodante, es estudiar las posibilidades de presencia de rastros de vida y habitabilidad en la superficie y el subsuelo marciano.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lectura y educación I: El punto de partida

La historia empieza aproximadamente en el siglo VI a.C., cuando un anciano llamado Homero se propuso fijar por escrito los relatos míticos que conmovían a sus coetáneos. Tal vez preocupado por el peligro del olvido y probablemente consciente de la importancia que las hazañas de Aquiles y Ulises tenían en la educación de su pueblo, Homero escribe la Ilíada y la Odisea como un náufrago lanza una botella con las coordenadas de su paradero a los océanos del Tiempo. Cuando en la infancia aprendemos a leer no hacemos otra cosa que abrir esa botella y descubrir el mapa que nos guiará hasta Troya e Ítaca, a la Isla del Tesoro o al asteroide B 612. 

El primer cuento que el niño escucha de labios de sus padres y que luego aprende a leer es, más que un punto de llegada, una invitación a la partida. En ese periodo, al joven lector le preocupa el porqué, no tanto el para qué. Es difícil imaginarse a un niño preguntar para qué le lleva Caperucita la merienda a su abuela, más bien querrá saber por qué ataca el lobo feroz a Caperucita: ¿es que los lobos comen niñas? Mal haríamos entonces si intentásemos justificar la lectura desde un punto de vista pragmático, con argumentos del tipo “es bueno para tu futuro”. El niño vive en el territorio de la inmediatez y la sorpresa, de la aventura, en definitiva, y tanto padres como educadores deben esforzarse por ampliar ese territorio mediante la literatura, no de ararlo con vistas a su productividad. De lo contrario, se corre el peligro de caer en una división entre “lo que es divertido” y “lo que es obligatorio”. Por un lado, videojuegos, televisión y demás actividades con las que es “legítimo” divertirse; por otro, la escuela y los libros, amplio espectro que incluiría desde los cuadernos de ejercicios a Alicia en el país de las maravillas. Con ello no se está sugiriendo que el niño deba campar a su libre albedrío (en ese caso elegiría el videojuego), sino que proponemos, como tarea de los adultos que le rodean, hacer atractiva y divertida la lectura. 

Puesto que un elemento constitutivo del juego es la interacción, debemos intentar acompañar al niño en las primeras fases de su aprendizaje como lector, atendiendo sus dudas de modo estimulante, es decir, promoviendo su curiosidad para que continúe su camino a través de los libros. Sólo entonces tendrá ganas de caminar por sí mismo, y su temprana afición podrá germinar en un hábito que habrá de proporcionarle satisfacciones y competencias imprescindibles para su educación. 



Antonio de la Cruz Valles, filósofo y profesor de Didactia.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Experimentos en casa para comprender la Física

UNA PIPETA CASERA

Rellena un vaso largo con agua y coloréala con un poco de acuarela oscura. Introduce en el líquido una pajita de refrescos de manera que el nivel del líquido llegue hasta la mitad de la pajita. Ahora tapa con un dedo el extremo superior de la pajita y saca ésta del vaso. Observa lo que ocurre. Después, retira el dedo.

Observa que, mientras el dedo tapa el extremo superior de la pajita, parte del líquido permanece dentro de ella sin caer. Cuando retiras el dedo, el líquido cae.



Explicación: El dedo impide que el aire entre en la pajita y así la atmósfera no ejerce presión en la parte superior del líquido, de forma que el aire solo ejerce presión en la parte inferior, equilibrando el peso del líquido interior e impidiendo que caiga. Cuando quitas el dedo, la presión se ejerce también en la parte superior de la pajita y ésta, sumada a la presión del líquido, hace que el agua caiga fuera de ella.
La pipeta se usa para trasladar pequeñas cantidades de líquidos de un recipiente a otro en los laboratorios.


UN HELICÓPTERO DE PAPEL

Corta una hoja de papel de unos 14 cm x 4 cm. Haz una serie de 10 ó 12 pliegues de medio centímetro cada uno, comenzando por uno de los extremos del papel. Por el otro extremo haz un corte bien centrado de unos 6 cm de profundidad y pliega cada una de las mitades obtenidas hacia lados opuestos, a modo de alas.



Sostén el helicóptero con la mano por una de las aletas y déjalo caer desde una altura por encima de tu cabeza.

Observa que el helicóptero gira muy rápido y cae en vertical desde el punto en el que lo has soltado.

Explicación: La corriente de aire que pasa por las alas, junto con la forma del dispositivo, es la razón de que el helicóptero gire. Si el motor de un helicóptero se parara en pleno vuelo, las aspas seguirían girando sin que el aparato detuviera su vuelo.







¿QUÉ CAE MÁS DEPRISA?

Toma dos trozos de papel del mismo tamaño y forma. Haz con uno de ellos una pelota de papel. El otro, alísalo muy bien. Coge un trozo con cada mano, sujétalos por encima de tu cabeza lo más alto que puedas y déjalos caer al mismo tiempo.

Observa que llega antes al suelo la pelota de papel que el trozo bien alisado. Si quieres hacer el experimento desde más arriba, súbete a una silla. ¡Cuidado, no te caigas!

Explicación: El aire ofrece resistencia al avance de los cuerpos a través de él. Esta resistencia depende en gran medida de la forma de los cuerpos y, especialmente, de la superficie que presentan. Un cuerpo de gran superficie como una hoja de papel ofrecerá una gran resistencia a su paso por el aire mientras que la pelota de papel, de superficie menor, ofrecerá una resistencia menor y se moverá a través del aire a mayor velocidad.
Los aviones, trenes y coches se construyen con formas especiales, llamadas aerodinámicas, que consiguen minimizar la superficie de choque con el aire para tener la menor resistencia posible y conseguir así mayor velocidad.






Nora Pérez Mateos, física y profesora de Didactia.


jueves, 18 de noviembre de 2010

El Cazo de Lorenzo

'El Cazo de Lorenzo' es un cuento infantil escrito por la francesa Isabelle Carrier en el que se retrata con extrema sensibilidad y ternura el día a día de un niño diferente. Lorenzo es un pequeño con muchísimas cualidades pero su vida se ve mermada por un cazo que tiene que llevar consigo a todas partes. El libro es una preciosa metáfora de las dificultades a las que tienen que hacer frente los niños con cualquier discapacidad. Recomendado por FEAPS (Confederación española de organizaciones en favor de las personas con retraso mental), el relato es un canto al esfuerzo y las ganas de superación del pequeño Lorenzo.

Aquí os dejamos un vídeo-montaje de 'El Cazo de Lorenzo' para que disfrutéis leyendo esta entrañable historia.




viernes, 12 de noviembre de 2010

¿Cómo detectar las Dificultades del Aprendizaje?

Es ampliamente sabido que el proceso de aprendizaje del niño es fundamental para su formación y su crecimiento personal. Los seres humanos estamos diseñados para aprender. Adquirimos conocimientos, habilidades, valores y actitudes que nos dan forma. Es primordial estimular este desarrollo desde la infancia para asegurarnos del éxito de nuestros hijos en todas las esferas de su vida. Sin embargo, en ciertas ocasiones se detectan una serie de dificultades del aprendizaje que son perfectamente tratables mediante la atención adecuada. La prevención se convierte aquí en un elemento clave.

Pero para poder detectarlas de forma precoz, analicemos antes ¿qué son las Dificultades del Aprendizaje? El National Joint Committee on Learning Disabilities las define como dificultades significativas en la capacidad para entender, hablar, leer, escribir, razonar o realizar cálculos matemáticos, que se manifestarían en personas con un coeficiente intelectual normal, un ambiente familiar correcto y que no padecen carencias sensoriales pero, sin embargo, presentan un rendimiento escolar claramente insatisfactorio. Las alteraciones se registrarían, por así decirlo, en las conexiones cerebrales que actúan en el proceso de aprendizaje (en la percepción de la información, la atención, la memoria y la integración de los conocimientos nuevos a los que ya poseemos). Surgirían así las dislexias, disgrafías, discalculias o déficits atencionales (TDAH) que se manifestarían en errores, como los citados a continuación, a los que debemos estar atentos:
Errores en la percepción visual al leer letras o números (leer pardo en vez de prado invirtiendo el orden de las letras, o leer “p” por “b” confundiendo formas similares). Errores en la percepción auditiva al confundir sonidos con puntos de articulación similares como ñ-ll, r-l (escuchar ñave por llave). Errores de percepción motriz al confundir conceptos como arriba-abajo y derecha-izquierda (en el aprendizaje de la escritura escribir debo por bebo, escribir los números al revés o tener incapacidad para reproducir movimientos en el juego).
Dificultades en la atención. El niño comete errores al discriminar la información importante y presenta dificultad para mantener la atención en la tarea o en el juego.
Dificultades en la memoria. Surgen dificultades para memorizar conceptos o para relacionar e integrar la nueva información con la que ya posee.
Dificultades en la metacognición. El niño presenta dificultades para elegir la estrategia adecuada a la tarea (“no saben por dónde empezar”), dificultades para organizar los pasos de resolución de un ejercicio e impulsividad en la tarea o en el juego (“incapacidad de pensar antes de hacer”).
Déficits psicomotrices, motivacionales y emocionales: Se producen torpeza de movimientos, problemas de coordinación, retraimiento, falta de afirmación personal, desmotivación y dependencia.
Es labor de padres y educadores estar atentos a este tipo de síntomas indicadores. Y ante cualquier sospecha, solicitar una evaluación a cargo de expertos. Entre todos, logrando una detección temprana, conseguimos evitarle al niño futuros problemas de motivación, autoestima y autoconcepto que le hacen sufrir sin motivo por fracasos y errores de los que no es culpable. Ayudados por las estrategias necesarias, estos alumnos pueden alcanzar un buen rendimiento escolar y un éxito académico y universitario completamente normal. No olvidemos nunca que la dificultad no es más que un reto perfectamente superable. Trabajando en equipo, guiándole y premiando sus esfuerzos y logros, conseguimos para él una vida normal, un aprendizaje satisfactorio y el reconocimiento que se merece. La confianza en sí mismos es siempre el mejor secreto hacia el éxito.

Anabel Iglesias García, psicóloga y asesora pedagógica de Didactia.


 

martes, 9 de noviembre de 2010

Bienvenidos a Didactia

En Didactia creemos en la educación. Una educación que no solo consiste en la acumulación de conocimientos de carácter académico, por más importantes que éstos puedan ser, sino también, y de forma fundamental,  en el máximo desarrollo de las capacidades individuales que toda persona posee. Capacidades que se concretan en ser capaces de estimular la curiosidad por el aprendizaje y en que nuestros hijos alcancen las necesarias habilidades y principios con los que hacer frente a una sociedad cambiante, compleja y cada día más competitiva. Creemos, de la misma forma, en una educación realizada desde el sentido común, el compromiso personal, y  en la que la metodología y el uso de  las diversas herramientas pedagógicas sean un medio para alcanzar ese propósito.
Este espacio nace, por tanto, con la intención de ser un lugar en el que padres, alumnos, profesores y cualquier otra persona interesada en el mundo de la educación pueda expresar sus opiniones de forma constructiva y positiva.  Abordaremos en el futuro diferentes temas y lo haremos desde diversas ópticas, pero siempre con un estilo claro y comprensible, pues nuestro objetivo es convertir este blog en un lugar práctico para todos.
Desde este momento, os damos la bienvenida y os agradecemos por adelantado vuestras aportaciones. Porque en Didactia creemos en la educación, pero por encima de todo creemos que la mejor educación es siempre el fruto de un esfuerzo colectivo.