jueves, 11 de agosto de 2011

La "tímida" reforma de la ESO


El Consejo de Ministros ha aprobado dos reales decretos que introducen modificaciones en 4º ESO y en la Formación Profesional. La novedad más publicitada es que los alumnos que no acaben la ESO recibirán un certificado oficial de escolaridad con el nivel de las competencias básicas alcanzadas. Otra de las novedades es la flexibilización de acceso a la Formación Profesional. Los estudiantes titulados en un Grado Medio podrán matricularse en un Grado Superior a través de un curso puente. Por lo que respecta a 4º ESO, éste se divide en tres opciones, dos destinadas a futuros estudiantes de Bachillerato (ciencias y letras) y una orientada a los futuros estudiantes de Formación Profesional de grado medio.

A pesar de que estas reformas han sido aplaudidas por las asociaciones de padres y profesores, la mayoría de ellas coinciden en afirmar que se han quedado con las ganas de ver cambios más profundos que contribuyan a la mejora del sistema. 

El sindicato independiente de profesores ANPE  considera que las reformas de 4º ESO son muy tímidas, que no mejorarán la situación de los estudiantes y que deberían aplicarse a toda la Secundaria y el Bachillerato.
José Antonio Martínez, miembro del Consejo Escolar del Estado y presidente de la Federación de Asociaciones de Directores de Instituto, afirma que la reforma tendrá mayor o menor éxito en función de la financiación de las diferentes comunidades autónomas.

La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) reconoce que las reformas se quedan cortas. Su presidente, Luis Carbonel, afirma que “no soluciona el sistema educativo que tenemos, que está obsoleto”. Los títulos para los que no han finalizado la Secundaria no harán que disminuya el abandono escolar. “Lo que hay que hacer es cambiar los parámetros y excluir el sistema sectario para promover el esfuerzo de alumnos y docentes”, propone.

Por su parte, la Confederación Española de Asociaciones de padres y Madres de Alumnos (CEAPA) no está de acuerdo con que los alumnos acaben las Secundaria con diferentes niveles de conocimiento. Según la Confederación, los cursos no deberían diversificarse hasta Bachillerato.

Por el contrario, tanto UGT como Comisiones Obreras están satisfechas con las reformas planteadas. UGT considera que los cambios ayudarán en el proceso educativo del estudiante, mientras que Comisiones Obreras defiende que contribuirán a reducir el abandono escolar.


Fuente: El País 

Didactia

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