Fotocopias en lugar de libro: ¿De verdad es más barato?

La sentencia a los libros en formato de papel parece estar firmada y rubricada, por un lado, cada vez son más las escuelas y centros de formación que prefieren optar por la comodidad de los libros electrónicos frente al papel, por otra, aun son muchos los profesores que prefieren una opción un poco más "particular", repartir fotocopias entre sus alumnos.

Fotocopias, una alternativa al libro

Quien más y quien menos, cualquier alumno ha recibido, por parte de un profesor alguna fotocopia como complemento a lo que se estudia en el libro, y lo cierto es que este tipo de contenidos venían a ser lo que hoy se puede encontrar en forma de recursos o de contenido web en los libros electrónicos.

Pero aun hay un alto porcentaje de profesores, la mayor parte de ellos universitarios, que apuestan por crear un temario personalizado a base de hacer que sus alumnos fotocopien textos de libros varios o de apuntes personales.

En el caso de que las fotocopias sean solo parte del temario, y se completen con los apuntes de clase o con búsquedas en la biblioteca, el resultado puede ser enriquecedor y, sin embargo, en problema está cuando las fotocopias tienen un número tan voluminoso que el precio de eleva de forma considerada. 

Hasta el punto, en algunos casos, de que se hace obligatorio encuadernar las fotocopias para su utilización y transporte.

La respuesta en este caso es no, no merece la pena realizar fotocopias pensando en un ahorro.