Las clases de apoyo son un mundo bastante complejo en el que se incluyen desde las clases particulares, hasta las clases de refuerzo, y que sirven para denominar desde la formación en grupo hasta las clases individuales, y tampoco es que exista mucha diferenciación en cuanto a la edad de los participantes.
En algunos casos, de hecho, las clases de apoyo se convierten en una especie de cajón desastre en el que se pueden encontrar alumnos de todas la edades, que necesitan ayuda en las más dispares asignaturas y cuyan preguntas son atendidas aleatoriamente por un único profesor.
Pero, claro, también hay que tener en cuenta la economía, y es que, cuando más grande es el grupo de alumnos, más económico suele ser el precio.
¿Ahorro o resultados?
Pues depende. Si el niño necesita solo ayuda en cosas muy concretas, y en general, lo que se busca es que lleve los deberes hechos siempre, se puede apostar por las clases particulares en grupo. Ya que este tipo de clases aseguran que el niño aproveche el tiempo de clase para hacer deberes - la tarea que puede que no haga en casa, solo.
Sin embargo, cuando se necesita un apoyo constante o el niño es especialmente tímido, es mejor apostar por una formación más personalizada, en la que la atención se centre en el niño, y se resuelvan dudas específicas.
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